¿Qué tiene la administración, que me vuelve loca?

Descubre qué aspectos considero importantes y estimulantes para trabajar en el mundo de la administración.

La canción “No sé, no sé”, de Rumba Tres trataba de desentrañar el porqué de los sentimientos hacia una persona en concreto. Y es que aquello que te mueve y te conecta va más allá de lo hallable a simple vista. Va más allá de lo explicito y lo implicito. Esta semana hablamos, si te apetece, del baile, de la armonía en las relaciones laborales, de la magia de las competencias y de qué le encuentro de interesante al mundo de la administración.

¿Porqué me pirra la administración?

No hay que olvidar que la administración es un mundo muy extenso. Y, conforme a los cambios que están viviendo continuamente las empresas y la forma de entenderlas y vivirlas, aspectos que podrían parecer ajenos a ella terminan por formar parte de tareas interdisciplinares, interdepartamentales (que por suerte para mí) conllevan un implicarse en ver los distintos aspectos de la empresa de una forma más amplia o general, además de tener más detalles que tener en cuenta y con los que poder contar de cara al crecimiento o la efectividad de nuestras acciones a desempeñar, las de los distintos departamentos, las de la empresa como una unidad íntegra.

Un profesional de administración puede encontrarse hoy en día que además de necesitar unos conocimientos implícitos en el puesto, tales como mecanografía, conocimientos contables, ofimáticos, o sobre cómo implementar documentos oficiales (tareas que ya eran tenidas en cuenta allá por 1994, cuando empecé mis estudios de Formación Profesional), requiere también de conocimientos específicos del sector de la empresa, de habilidades sociales, de Redes Sociales, de marketing, de idiomas, de técnicas de venta o negociación..

Cada puesto que vayas a desempeñar, en una misma o diferente empresa resulta ser un mundo nuevo de posibilidades de crecimiento, y un nuevo reto para utilizar de forma eficiente y sencilla tus conocimientos previos junto con los nuevos, sacándole brillo a tus competencias, tal vez descubriéndolas.

No sin mis competencias

Como administrativa, aporto no sólo mi aprendizaje y creatividad, también traigo conmigo mis competencias personales-profesionales. Aquello que forma parte de mi naturaleza y sería una lástima desaprovechar, ya que está allí. Vamos, digo yo

¿Cómo qué? Como esa costumbre (¿tal vez vicio?) de aproximarme a una situación y detectar y analizar aspectos mejorables y jugar a averiguar cómo ir más allá.

Organizar. Organizar es mucho más que tomar todo aquello que debe de tener un orden útil y conseguírselo. Organizar también va de aprender y recordar que puede haber metodologías mejores y no está mal echarles cuenta, estudiarlas y tal vez ponerlas en práctica.

El trato humano, las relaciones con el resto de empleados, tus compañeros. Todos con unas tareas y acciones inherentes a sus puestos. Todos igual de importantes en ellos. Todos con una valía indiscutible. Cada departamento y su personal consigue el éxito de su empresa, no sólo quien vende el producto - ¡Compártelo: me ayudarás muchísimo!          .

Ese baile tan curioso que reside en conocer qué puede y qué está dispuesto a llevar a cada uno, qué necesita, cómo y cuando, para así poder dar cada paso de forma sencilla, grácil y acorde a a la armonía creada desde el respeto y el entendimiento. Desde la empatía y las ganas de fluir.

Hay otro concepto que es el de controlar.

Uff ¡controlar!  🙁

¿Pero cómo sino podemos saber que estamos haciendo nuestras tareas de cara a aquello que queremos lograr, sin marcar pequeños, medianos y grandes objetivos y habilitamos una forma específica para detectar si nos estamos ajustando a ella o no? Una metodología que nos indica qué sería una buena idea reconsiderar de otro modo. ¡Una metodología que nos muestra un nuevo misterio para desentrañar!  😀 

Y por supuesto que ningún administrativo tiene porqué conocerlo todo. Una vez has detectado en qué eres bueno de verdad, puedes aprovechar para especializarte en ese área empresarial y desempeñar tu vida laboral acorde a ello.

Sucede que yo soy buena aprendiendo, que además es una de mis pasiones. La comunicación en todas sus formas, interna o externa es uno de mis fuertes. Y acompañada de una filosofía hermanada con la mía, de mejoría en MODO ON, de compañerismo interdepartamental, si me apuras de compañerismo con las personas con las que la empresa se relaciona para continuar su crecimiento (clientes, proveedores y competidores sanos) podría no sólo poner mi talento al servicio de la empresa, también al mío propio. Puesto que no he dejado atrás jamás puesto alguno sin haberme nutrido de conocimientos y mejorar un poquito más - ¡Compártelo: me ayudarás muchísimo!          . Sin descubrirme un poco más como profesional. Y, lo que es más importante aún, sin dejar de conocerme un poquito más como persona. Mis valías, mi valor, mi potencial.

¿Tu profesión te apasiona? ¿Qué tiene para que no te moleste dedicarle tiempo dentro y fuera de tu horario de trabajo?