¿Necesitas suerte para conseguir empleo? ¡Cúrratela!
Conseguir empleo no es cosa de risa… ni de suerte. Conseguir trabajo es cosa de paciencia, de conocer tus cartas y jugarlas bien. Si te apetece descubrir cómo, sigue leyendo.
Si esta no es la primera vez que me lees sabrás que tengo conocimientos de búsqueda de empleo debido a mi propio desempleo, a mi voluntariado con Parejas Orientadoras y a mi interés por la psicología y ayudar a los demás.
Hoy traigo noticias frescas: ¡durante mis vacaciones blogueras encontré trabajo!
Es una vacante temporal, cubriendo una baja en un puesto administrativo y rodeada de un equipo muy amable y con buen humor.
El horario me permite continuar blogueando, estudiando y organizarme con facilidad. Entre otras cosas porque tengo la suerte de tener una pareja no machista. ¡Alabados sean los Dioses del Olimpo!
¿Dónde hay que firmaaaaar? ¿En todas las hojas? ¡Pues venga!
En próximos posts (ya está uno de ellos en borrador) os hablaré de mis inseguridades antes de empezar y cómo las puse a raya con mayor facilidad de la esperada. ¡Toma ya!
Y ahora, centrándonos en el tema que nos toca hoy: conozcamos por qué tener empleo es una suerte trabajable y ya que estamos cómo puedes currártela.
Conseguir empleo: una suerte trabajable
Algunos consideran que tener suerte es algo así como un don divino que te toca cuando se siente caprichoso… Y te da la espalda igual de caprichosamente.
Tal vez no se hayan parado a rememorar y valorar sus logros. Tal vez estén desestimando todas aquellas veces en las que “la suerte les ha tocado de cara” porque sus acciones la han atraído hacia ellos.
Y, sí, cómo estás imaginando: yo creo en la suerte. En la suerte trabajable. Y, por qué no admitirlo también, en aquella suerte kármika, aquella suerte casual y aquella suerte mágica.
Tantas suertes como enfoques. Tantas como opciones detectadas. Tantas como nervios neutralizados.
¿Época de enchufes?
Desde que la crisis vino a hacernos tan ingrata compañía, corre por el mundo la opinión bastante compartida de que esta es época de enchufes.
Encontrar trabajo no es tan fácil. Las ofertas no abundan. No siempre son buenas. Ni siquiera son siempre de fiar.
80% de vacantes no ofertadas
Las empresas tratan de evitar quedar enterradas por CVs de desempleados que se los remiten “porque el no ya lo tengo”.
Algunas de las plataformas de internet cobran un potosí por publicar ofertas de empleo.
Son muchos los profesionales que deciden saltarse el protocolo e ir más a tiro fijo. Especialmente cuando la vacante debe cubrirse con rapidez y eficacia.
Buenos conocidos: 1ª opción
Antiguos empleados, trabajadores de la competencia… Todas aquellas personas que sepan que tienen un talento, un desarrollo y unas aptitudes y actitudes laborales idóneas pasan a verse como “un caramelo” por parte de los RRHH.
Así que es una muy buena idea conseguir mediante el networking que todos tus contactos profesionales tengan bien claro cómo eres y qué sabes hacer.
Un consejo implícito: nada de vender humo.
Deja que tu trabajo hable por ti, de ti, ¡y muy bien!
Conocidos óptimos
Aquellas personas que se acercan bastante al perfil deseado y ya sabemos cómo trabajan, cómo se relacionan con los demás y el trabajo en muchas ocasiones serán una opción bastante atractiva ¿no crees?
De nuevo el networking y el buen hacer serán clave.
¿Sabes de alguien que…?
“¡Los enchufados!” Tal vez pensarás.
Pues no.
Todas esas personas que no te hayan visto trabajar o relacionarte profesionalmente requerirán de una recomendación para llegar a ti.
Esos puestos están al alcance de tu mano siempre y cuando expandas tu mensaje de búsqueda de empleo de forma clara entre todos tus contactos, de forma que puedan convertirse en algo así como tus embajadores.
Que te recomienden no es un enchufe
Suena a enchufe. Pero una recomendación NO ES un enchufe.
Una recomendación es la valoración positiva por parte de un profesional considerándote una persona idónea para cubrir un puesto.
Ni más ni menos.
Te abre puertas
Por supuestísimo, que una buena recomendación siempre te abre puertas.
Lo que una recomendación no hace es convertirte en intocable, como Elliot Ness.
Las pruebas las pasas tú
Así es. Las pruebas no las pasa tu recomendador, ni tu vecina la que salta a la comba todas las mañanas.
Los desafíos, períodos de prueba y objetivos son cosa tuya.
Si te toca pencar, no te salvan ni las bolas de dragón de Son Goku.
¡Así que menos justificar enchufes ajenos y más esforzarte en lograr recomendaciones!
El trabajo lo consigue y mantiene tu talento y cómo lo muestras
¡Qué a gusto me he quedado con esta frase!
Si bien es cierto que podemos no obtener un trabajo o perderlo teniendo y mostrando nuestro talento, hay que admitir que tendremos mejores opciones si nos mantenemos concentrados y tratando de trabajar lo mejor posible.
¡Además, así pasa más rápido el rato!
¿Quieres ponerlo en práctica?
Si te apetece ponerlo en práctica, visita este jueves mi espacio como colaboradora en La Nueva Ruta del Empleo. En él encontrarás el nuevo artículo: “30 tips para trabajar tu suerte y conseguir empleo”, que espero que te resulte de utilidad y motivación.
¿Qué te ha hecho sentir este artículo? ¿Crees que puedes trabajar por tu suerte?
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