¿Democracia dinamitada?
Democracia o poder para el pueblo, son palabras que han llenado de ilusión en distintas épocas. Echar un vistazo a qué ha sucedido en los países que la han instaurado en sus sistemas políticos nos lleva a esta reflexión: ¿está siendo dinamitada, la democracia?
Vamos a hablar de democracia. Te preguntarás qué tiene que ver este tema con un blog en el que, mayormente, escrio sobre temas más etéreos, más sentimentales, más íntimos. En este post no voy a hablar de los aspectos jurídicos, ni históricos de la Constitución, en esta semana de la celebración de los 35 años de su ratificación en referéndum, sino que voy a ahondar en aquello que siento y he sentido en relación con la Democracia y la época que nos ha tocado en suerte.
Por lo pronto, compartiré qué pienso hacer: no sé vosotros, pero yo no puedo dejar de pensar que no he llegado hasta este punto vital para nada. La crisis, como a tantos, me ha sacudido. La ostia no me la quita nadie, pero las ganas, tampoco. Me niego a permitir que, además de restarme los beneficios sociales, recortar derechos o defenestrarlos, esta crisis suponga perderme en la tristeza y en el lado oscuro. Me niego a pensar que debo agachar la cabeza, cubrirla y esperar a que dejen de llover ostias. Porque para algo tenemos ingenio, creatividad, para algo tenemos nuestra capacidad de soñar. Haré lo posible para revertir los efectos de la crisis en mi vida, tal vez con efecto dominó en la de los demás.
No hace mucho, me lamentaba de lo que yo entendía como la masa apolítica que existía en el país. Entender de politica, seguir las acciones de los políticos, entender que ello repercutía en nuestra calidad de vida… parecía estar de lo más out posible.
Sin embargo, al ver los records de audiencia y repercusión en las redes sociales de programas como Salvados de La Sexta, entiendo cuánto eso ha cambiado.
Periodistas como los del equipo del programa de Jordi Évole, y tantos otros (como El Intermedio, que nos informa apartándonos del lado oscuro, con humor y sin dejar de ser incisivos) han contribuido a lo largo de este tiempo a que aquella masa apolítica que veía sea ahora una población que no sólo tiene necesidades económicas y se lamenta de la situación actual: también sea una población con hambre de información, con hambre de soluciones, con hambre de libertad.
Años atrás, no pude llegar a imaginarme vívidamente cómo sería formar parte de un país donde las vidas no importaban tanto, donde los derechos valían aún menos… tanto respecto a la Rusia de Litvinenko y Felshtinski como a la España que tuvo que ver morir su Segunda República, vivir la horribilidad de una guerra civil y ser rematada con décadas de dictadura.
Cabe resaltar que no pretendo comparar la atmósfera ni la calidad de vida de los pueblos español y ruso. Pretendo mostrar algo distinto: lo dolorosa que puede ser la política cuando es corrompida. Y, sobretodo, que no considero que ningún pueblo merezca que sus gobernantes se sientan autorizados mediante el voto del pueblo llano no solo para dinamitar la democracia, también para dinamitar nuestro bienestar y sueños. Ambos, bienestar y sueños, inciden indiscutiblemente en nuestra autoimagen.
Quiero agradecer a muchas personas. A mis doctores, enfermeras y el plantel del Hospital que hizo todo lo posible por mí, a la policía británica que está investigando mi caso con vigor y profesionalismo y vela por mí y mi familia.
Quiero agradecer al gobierno británico por cuidarme. Estoy orgulloso de ser un ciudadano británico.
Quiero agradecer al público británico por sus mensajes de apoyo y el interés que ha mostrado hacia mi situación.
Agradezco a mi esposa Marina, que se ha quedado conmigo. Mi amor para ella y nuestro hijo no conoce límites.
Sin embargo, estando aquí puedo oír el aleteo de las alas del ángel de la Muerte.
Podría escaparme de él, pero mis piernas no corren tan rápido como me gustaría.
Por lo tanto, pienso que tal vez es el momento de decir unas cosas a la persona que es responsable de mi actual situación.
Podrá lograr silenciarme, pero todo silencio tiene su precio. Ha mostrado usted ser tan bárbaro y despiadado como afirman sus más duros críticos.
Ha mostrado usted no tener respeto por la vida, la libertad o algún valor de la civilización.
Ha mostrado usted ser indigno de su oficio, ser indigno de la confianza de hombres y mujeres civilizados.
Podrá lograr silenciar un hombre pero el aullido de protesta, Sr. Putin, retumbará en sus oídos por el resto de su vida.
Que Dios se apiade de usted por lo que ha hecho, no sólo a mí sino a la amada Rusia y su pueblo.
Entrevista de Yuri Felshtinski en Diario de Mallorca.
Para escuchar de viva voz a Yuri Felshtinski hablando de lo sucedido en su país y a Litvinenko, comparto con vosotros este video de una entrevista que le realizaron en la CBS. El original está en inglés. Podéis configurar, si lo deseáis, para que aparezcan subtítulos en el idioma de preferencia.
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