11 Tips para construir tu estructura de positividad

Ser positivo no tiene porqué ser algo fuera de tu alcance. Con este texto podrás encontrar motivos y tips para construir tu estructura de positividad y experimentar experiencias de forma más sana y edificante. ¿Qué me dices: le das una oportunidad a la positividad?

 

 positividad

¿Por qué pensar en positivo?

La positividad puede aportarte un sinfín de regalos a tu día a día: puede alejarte del estrés, puede reconvertir tus fracasos en aprendizaje para futuros logros, puede aportarte una nueva forma de verte y valorarte a ti mismo que, con las herramientas adecuadas puede terminar por contagiar a los demás. No sólo en tu amor por ti, sino también en tu amor por la vida entre sonrisas.

10 tips para construir tu estructura de positividad

  1. La paciencia es la madre de todas las ciencias. No vayas a creer que simplemente por el hecho de querer cambiar tú, yo o cualquier otra persona de universo se despierta un día sin más a la realidad, habiendo realizado un cambio repentino y duradero de 180º. Cambiar requiere de verdaderas ganas, sí… pero también de paciencia, entre otras cosas.
  2.  No te obsesiones con el resultado final.Cualquier pequeño cambio que te acerque a pensar en positivo es en sí una victoria. Así que no le restes mérito. Ni a ella, ni a ti.
  3. Estar al loro de cómo te hablas a ti mismo. Nadie quiere ser pesimista ni admitir que podría quererse más… Sin embargo, si de verdad necesitas un cambio en positivo en tu vida no estaría de más echar un vistazo a cómo te hablas, a cómo “te piensas”, a qué imagen tienes de ti… Y si parte de esos pensamientos aseguran que “eres así” o que no mereces algo mejor, ha llegado la hora de hacer algo muy importante, que es…
  4. Rebatir tus pensamientos negativos, sin enfadarte. ¡Cómo! ¿Hago algo que está mal y no me enfado? No sé qué tal te funcionará a ti, pero yo cuando me noto un tanto pesada mentalmente, tomo un block y voy vertiendo toda esa “basura” (perdón por la expresión, pero es lo que es, pensamientos basura, pensamientos contaminantes), cada pensamiento cargante, triste, castrante, culpabilizante… cada uno en una hoja, hasta que he soltado todo el lastre, haciendo un esfuerzo sólo en verter el pensamiento, lo de cuestionarlo viene después. En un primer momento, no lo negaré, es un tanto desesperanzador… ¡pero es que aún no hemos terminado! Vuelvo a pasar las hojas hacia el primer pensamiento negativo y juego a detectar qué no hay de cierto en ello. Porqué se equivoca mi mente al traerme este pensamiento. De forma racional unas veces, algunas incluso tiro de sentido del humor… ¡A desmontar la negatividad se ha dicho!
  5.  El futuro no es un desierto lleno de arenas movedizas… ¿recuerdas las películas de antaño? Alguien estaba en un precioso lugar arenoso y ¡zas, le zampaban las arenas movedizas! El futuro es un lugar en el tiempo en el que podrás sentirte en positivo sólo si te esfuerzas en crear el hábito de hacerlo. Con tu paciencia, con tu dedicación y con tus reaños, ¿para qué negarlo?
  6. Cambia la Operación Bikini por la Operación Sonrisa y llévala a cabo en distintas épocas del año. Engorda tu positividad, dale un mayor peso, una mayor relevancia a aquello que suma en tu vida: personas motivadoras, experiencias energizantes, pensamientos positivos… ¡Piensa en cómo llevarlas un poquito más allá!
  7. Contágiate con la positividad de los demás ¡contágiales tú a ellos! Las sonrisas, las risas, el “buenrolling” es contagioso. ¿No te has sorprendido jamás desternillándote de risa contagiado por la carcajada de un niño? ¿Sonriendo ante la risa de un desconocido en la calle, pese a no estar teniendo un buen día? ¡Seamos positivamente contagiosos!
  8. Tira la modestia y el mal rollo a la papelera y atrévete a descubrir en ti aquello que marca una diferencia. Atrévete a echar un vistazo a tu forma de ser y actuar y aprende a detectar virtudes y gracias.
  9. Provoca el pensamiento positivo con acciones positivas. ¿Quieres pensar bien acerca de ti y tu vida? ¡Empieza ya! Dale motivos a tu cerebro para centrarse en ello empezando tú mismo.
  10. Generalizar apesta. ¿Siempre la lías parda? ¿Nunca haces tal cosa bien? ¿Todo lo que tienes es insignificante? ¿Nada de especial puede sacarse de tu existencia? ¡Venga ya! ¡Ni de coña! ¿Qué podrías hacer? Tal vez podrías…
  11. Crear una Google Alert, una alarma en tu mente ante las generalizaciones y palabras negativas e invertir un poco de tu tiempo en construir la estructura de tu positividad y bienestar rebatiéndolas.

Conclusión

  • Trabajar tu paciencia y tu atención a los pequeños cambios es tan importante como la motivación que te lleva a querer vivir en positivo. 
  • Desarrollar y hacer caso a tu “sentido arácnido” cuando te avise de estar en una situación no positiva y recordar que está en tus manos revertirla. Estar atento a detalles como palabras que escuecen, estrés innecesario, dolores de espalda y cabeza, súbitos problemas de concentración o incapacidad de tener un sueño reparador puede ser una herramienta clave para desarrollar tu positividad, si realizas el trabajo de analizar en qué circunstancias aparecen o se intensifican. Y te pones malos a la obra.
  • Pensar en positivo no es una acción inmediata y fácil: es una filosofía de vida y para que sea profunda y duradera, hay que profundizar y persistir en el empeño. ¿Quién dijo miedo?

Eso es ¿quién dijo miedo?

 

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Rosa Palmer

Soy la creadora y principal blogger de Por El Camino Azul. Ex-Miembro y reportera de la iniciativa de orientación laboral Parejas Orientadoras entre 2013 y 2016. Colaboré escribiendo artículos periódicamente en La Nueva Ruta del Empleo España entre 2015 y 2016. Mi vicio son las palabras. Adoro la vida, sus misterios, la comunicación y la creatividad. Me motiva la idea de difuminar la terrible frontera entre placer y trabajo. ¿Te apuntas?

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