Los pensamientos negativos

Descubre cómo son los pensamientos negativos y cómo pueden afectarte.

 

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¿Alguna vez has tenido la sensación de que podrías llegar más allá, que existe algo en ti, que frena tu desarrollo personal o profesional? En ocasiones, permitimos que la negatividad tome un espacio en nuestras vidas que no merece. Es más, que nosotros no merecemos. Y tiene tendencia a tomar terreno disfrazándose de nosotros mismos usando como herramientas nuestros propios pensamientos.

 “Las comparaciones son odiosas” ¿realmente?

Para mi punto de vista lo odioso no es la comparación per se, sino el baremo que se use, las herramientas que se utilicen para llevar a cabo esa comparación y otorgarle autenticidad.
Echar un vistazo a nuestro entorno, a vivencias anteriores y comparar forma parte de nuestra propia evolución. Es maravilloso poder darnos cuenta de qué podemos incorporar a nuestro modo de vivir, a nuestros sueños, a nuestro modo de ver el mundo… siempre y cuando esto no nos lleve hacia una peor imagen de nosotros mismos y nuestras circunstancias.Una imagen pobre o distorsionada de nosotros como personas y de nuestras vidas como resultado. Confundiendo lo que pensamos de nosotros con lo que somos. Confundiendo lo que sucede en un momento puntual de nuestra existencia con nuestra vida en su totalidad.

Pensamientos negativos: la negatividad disfrazada de ti

En ocasiones, los pensamientos negativos nos pillan desprevenidos, con la guardia baja, digamos, y simplemente por asociarlos a nosotros mismos (no en vano “hablan” en nuestra mente, por lo tanto “somos nosotros quienes hablamos”) les otorgamos un valor desproporcionado. Ya sabes, es habitual dar por hecho que tienes razón.
Algunos no estarán de acuerdo con esa disociación: separar qué pienso de qué soy. En fin, todos somos libres de pensar a nuestra manera, conforme a nuestras vivencias. Yo, sin embargo, creo que es importante no dar por hecho que aquello que nuestra mente nos muestra en forma de pensamiento sea reflejo de cuanto “somos nosotros, tal cual”.
Lo malo de los pensamientos negativos es que, cuando llevan tiempo campando a sus anchas, y debido a nuestro particular “pienso, luego existo”, llegan a parecernos ajustados a la realidad. Otros, por suerte, son tan descarados que somos capaces de detectarlos, sin esfuerzo, aunque normalmente no nos termine de salir eso tan necesario que es desenmascararlos.

Mi experiencia con los pensamientos negativos

Mi idea de los pensamientos es muy visual: muy de dibujos animados. Tal vez la conozcáis ya: La Pantera Rosa siendo perseguida por una oscura nube que lanza truenos y relámpagos, oscuridad y lluvia.
Los pensamientos negativos para mí son esa nube, sólo que en vez de permanecer sobre nuestra cabeza, permanecen dentro de ella. Y aportan esa oscuridad, ese ruido, esa incómoda humedad y, sobretodo, impiden que disfrutemos de nuestra luz, de la musicalidad original de la vida y, sobretodo, de nosotros mismos, cuanto nos rodea y, lo que es más, nos apartan de aquello que queremos y podemos tener y ser.
Soy incapaz de identificar cuál fue mi primer pensamiento negativo, entendiendo como tal a pensamientoque pudiera ocasionarme daño y construir una suerte de freno en mi desarrollo personal y laboral, además del emocional.
Lo que sí puedo decir es que, una vez tuve claro (no por lecturas sobre psicología, sino por la práctica en sí) que podía revertir esos pensamientos, que podía reestructurar mi autoimagen hacia una imagen mucho más justa conmigo misma, mi esencia, mis virtudes y mis defectos -es decir, todo aquello que me convierte en mí-, supe que, si bien me llevaría tiempo domar o dominar mis pensamientos negativos, era un tiempo que, definitivamente, merecía mucho la pena ser invertido.
Invertir tiempo en desenmascarar, desestabilizar y deshacer los pensamientos negativos es como regalarte a ti mismo un ticket a un spa emocional. Es decirle a tu niño interior que confías en él, que puede lograr aquello que se proponga. Es decirte a ti mismo que te quieres, que mereces estar bien. Es demostrártelo a ti y a ese niño interior con un simple hecho: arremangarte y ponerte a ello. Sin esperar lograrlo a la primera, ni rápido. Agradeciendo cada paso que das, porque no existen los pasos pequeños, no importa desandar: lo que importa es dibujar tu propio camino, decorándolo con tus propios colores.
En el próximo post, si te apetece, hablaremos sobre los distintos papeles que puede adoptar un pensamiento negativo. Entre tanto, aquí y en mis redes sociales -siempre si te apetece- podemos charlar acerca de qué opinas sobre los pensamientos negativos y nuestras vivencias.
 

 ¿Crees que es posible tomar esos pensamientos y revertirlos? ¿Qué trucos tienes para bloquear o deshacerte de un pensamiento negativo?

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Rosa Palmer

Soy la creadora y principal blogger de Por El Camino Azul. Ex-Miembro y reportera de la iniciativa de orientación laboral Parejas Orientadoras entre 2013 y 2016. Colaboré escribiendo artículos periódicamente en La Nueva Ruta del Empleo España entre 2015 y 2016. Mi vicio son las palabras. Adoro la vida, sus misterios, la comunicación y la creatividad. Me motiva la idea de difuminar la terrible frontera entre placer y trabajo. ¿Te apuntas?

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