Marca Personal: ni empieza ni termina en la red.

Debido al cambio de paradigma del empleo, aspectos importantes que antes habían sido relegados a un tipo concreto de profesional más público, ahora se muestran como claves a la hora de lograr trabajo, mejorar tus opciones profesionales o hacer crecer tus ventas. Uno de ellos es la marca personal. ¿Charlamos un poco sobre ella?

 

alambrado

¿Qué es la marca personal?

La marca personal es la huella que dejas como persona. Y desde luego que está muy relacionada también con tu papel profesional.

Tus aspectos profesionales y personales se entremezclan, se funden, de modo que son relevantes y útiles en los distintos aspectos de tu vida. Sí que es cierto que hay personas que tienen formas de actuar muy delimitadas y distintas en su lugar de trabajo y en su casa. Algunos podrían llamarlo fingir, otros separar conceptos, otros simplemente “saber estar”…

La marca personal es algo que perdura, como una sensación, como un déjà vú, como el recuerdo de un sueño. Es aquella esencia nuestra que impregna las mentes de quienes hayan interactuado con nosotros, filtrándose en ellos, acomodándose en sus recuerdos, traspasando la invisible frontera que separa el mundo físico del mundo 2.0.

¿Dónde empieza la marca personal?

¿Empieza cuando pones tu primera letra online? ¿Empieza cuando comienzas a ser consciente de que, quieras o no, tienes una marca personal? ¿Empieza cuando tomas consciencia de la importancia que tiene lo que mostramos de nosotros mismos? ¿Empieza cuando tu contenido adquiere relevancia para personas que no te conocen en lo personal?

Extendiéndome en mi opinión de que la marca o branding personal es la marca que dejas como persona, entiendo que esta nace cuando empiezas a interactuar con otras personas y a poner en práctica, aún sin saberlo, tu inteligencia emocional y las herramientas que posees al respecto. Empieza cuando pudiendo actuar de cualquier manera, decides mostrar o potenciar distintos aspectos y características por encima de otros.

Aprender a escucharse, a escuchar las reacciones del propio cuerpo, aprender a dialogar con uno mismo (lo que en literatura se llama monólogo interior) considero que es imprescindible, no sólo a la hora de crear y potenciar una buena marca personal, sino también a la hora de vivir de forma más plena, libre y cercana a la felicidad.

Una vez te atreves a conocerte y lo llevas a cabo, no aceptarse te ancla en la no-mejora, en la no-evolución en positivo, en la impotencia.

Aceptarse, dicho sea de paso, no es una tarea ni sencilla, ni rápida, ni fácil. Requiere de aceptar no sólo lo que uno es, sino también aquello que son los demás, aquello que es o ha sido la propia vida. Y esto es mucho que aceptar, por supuesto. Aunque no por ello sea imposible, ni requiera explícitamente de recursos económicos.

Aprovecho para remarcar que aceptarse no es rendirse a lo que uno es. Simplemente es ser consciente de lo que se es. Considero que una vez uno deja de sentirse mal por tener algo mejorable, un defecto quizá, ya no tiene tanta resistencia ni impotencia a la hora de esforzarse en conseguir ir un paso más allá. Convertir defectos en virtudes o, al menos, en posibilidades de mejora. Y no permitir que las virtudes permanezcan inadvertidas, inexploradas o terminen por llenarse de polvo.

¿Qué quieres mostrar de ti?

Obviamente, tu mejor cara. Ahí creo que muchos estaremos de acuerdo ¿no? Queremos mostrar nuestros puntos fuertes mientras estos mismos se fortalecen, trabajándolos día a día.

¿Esto requiere dejar de mostrar todas nuestras partes no tan buenas? Pienso que no. Nuestras partes no tan buenas no tienen porqué ser malas, directamente. Además, no son exclusivamente nuestras. Y, debido a todo ello, pueden ayudarnos a relacionarnos mejor con quienes queramos que se nutran de nuestra marca personal.

No aceptarse te ancla en la no-mejora detectando tus puntos fuertes y no tan fuertes, tus puntos buenos y tus puntos no tan buenos, puedes aceptarte. Y una vez hecho esto, que sucede sin más en el momento oportuno, te has desecho del más pesado, doloroso, negativo e impotente de los lastres.

Con nuestras partes no tan buenas de la mano de las de los demás podemos conseguir algo casi mágico: la identificación con la no perfección del otro. El “engagement”. Y ese engagement puede traernos de regalo nuevos contactos, nuevos empleos, nuevas oportunidades, nuevos pasos en nuestro camino vital y profesional.

Pretender ser, en lo que a marca personal se refiere, perfecto, como un superhéroe, a lo Superman, puede resultar como mínimo artificioso. Porque en el mundo real somos más como Peter Parker aprendiendo a convivir como Spiderman intentando no matarse edificios abajo, o como el adorable Hiro de la serie Héroes aprendiendo a verse a sí mismo como superhéroe y liándola parda de tanto en tanto.

¿Qué no mostrar en tu marca personal?

Todo aquello que no sume en positivo. Y todo aquello que definitivamente no eres.

Puedes esforzarte en mostrarte en las redes como quieres ser visto, pero si esa imagen no tiene su equivalente en tu día a día, tarde o temprano terminará resultando evidente que lo que haces no es mostrarte, sino posar disfrazado.

Esto, además de ser muy cargante y laborioso (y harto difícil: no puedes fingir eternamente) puede ser totalmente contraproducente:

mostrarte como no eres puede dinamitar tu credibilidad y destrozar el engagement que hubieras conseguido por mostrar quien eres en verdad. - ¡Compártelo: me ayudarás muchísimo!          

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¿Cómo definir tu marca personal?

Tras conocerte y averiguar qué quieres en tu camino vital/profesional, llega la tarea de crearse metas y submetas. Averiguar cómo llegar del punto A en el que estás, al punto B en el que te apetece estar.

Estas metas y submetas, deben ser flexibles. Si bien es cierto que tener definidos nuestros objetivos nos acerca positivamente a ellos, ser demasiado firmes puede conllevar frustración o, lo que es peor, dejar de verlos en su amplitud y, por tanto, dejar de ver ramificaciones interesantes en nuestro camino.

Ahora que ya sabemos quienes somos, qué queremos y cómo lo queremos. Hay que determinar el “target” es decir, el público potencial. Nuestros posibles clientes, posibles empleadores, posibles lectores… dependiendo de nuestro perfil.

Aquí, añado incluso que en la fase de autoconocimiento, es muy interesante contar con la ayuda de personas creativas con las que poder hacer un brainstorming, una lluvia de ideas. Aparte de ser muy efectivo a la hora de descubrir soluciones, también es una forma  muy divertida de pasar el rato. De jugar aprendiendo. De aprender jugando.

Y a partir de ahí, crear y recabar contenido que nos apetezca difundir, acorde a esa marca personal que tenemos en marcha.

Para recabar, nada mejor que seguir perfiles del ámbito que quieras tratar. Y una herramienta utilísima para descubrir más es, definitivamente, Google Alerts.

¿Cómo difundir tu marca personal?

Creo que la forma más personalizable y amplia para difundir tu marca personal es escribir un blog. Hay distintas plataformas para ello. Yo uso Blogger (hasta final de noviembre de 2015).

Con respecto a las redes sociales: recomiendo tirar la neofobia a la papelera y atreverse a probar las distintas plataformas existentes. Ver cuáles y cómo pueden resultarnos más útiles y aprender usarlas de forma inteligente. Es decir: programando qué difundir, cómo, cuándo y dónde.

Para eso hay herramientas muy útiles que nos ayudan a ver cómo llega nuestro contenido a nuestros seguidores según la plataforma que decidamos utilizar. Google Analytics, Socialbro…

¿Como saber más sobre este tema?

Observando y siguiendo a profesionales de la materia y a personas que se esfuerzan por tener un branding personal acurado.

Personalmente recomiendo a:

El blog de Laura Mateo Catalán

El blog de Ciudadano 2.0

El blog profesional de Miguel Ángel Riesgo. Recomiendo además el libro Rumbo al empleo 2.0 que Miguel Ángel ha escrito junto a Víctor Candel, Isabel Iglesias, Eduardo Moreno y Sabina Serrano (disponible en sus espacios online, gratuito y conciso y del que os hablaré de forma más extensa en adelante).


¿Cuidas tu marca personal? ¿Qué te parece más importante, a la hora de gestionarla?

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Rosa Palmer

Soy la creadora y principal blogger de Por El Camino Azul. Ex-Miembro y reportera de la iniciativa de orientación laboral Parejas Orientadoras entre 2013 y 2016. Colaboré escribiendo artículos periódicamente en La Nueva Ruta del Empleo España entre 2015 y 2016. Mi vicio son las palabras. Adoro la vida, sus misterios, la comunicación y la creatividad. Me motiva la idea de difuminar la terrible frontera entre placer y trabajo. ¿Te apuntas?

2 comentarios en «Marca Personal: ni empieza ni termina en la red.»

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