Si no sueñas a lo grande, no te permites soñar bien
Descubre mi análisis sobre cómo construir tus sueños en base a mi propia experiencia y a los objetivos inteligentes.
Ser escritora es uno de mis objetivos vitales. Debido a una serie de avances inesperados, me encontré reconsiderando si esta meta se encuentra en verdad cubierta, encaminada o en pañales. Tal vez te preguntes cómo puedo albergar esta duda. Cómo cabe no tener claro el estado de mi propio objetivo. Tal vez adivines ya el motivo principal.
Introspección: ¿qué valores hallo en la escritura?
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Aprendizaje.
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La posibilidad de enriquecerme y empatizar con otros puntos de vista.
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Incrementa mi creatividad, mi capacidad de soñar.
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La satisfacción de crear textos que ayudan a los demás.
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La alegría de ponerle límites a la impotencia, interviniendo en un cambio. Propio o ajeno. Conjunto o íntimo.
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La mágica sorpresa cuando mis personajes toman vida y se “independizan” de mi plan inicial.
¿Qué es para mí ser escritora?
¿Qué objetivos construí?
Sin dejar de lado mi visión de qué es ser escritora, creé estos objetivos al respecto:
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Conseguir tomar alguno de mis textos y sentirlo como obra profesional. Es decir, algo por lo que pagaría.
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Conseguir difusión de mi texto.
Primeros éxitos (modestos tesoros míos).
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Fui finalista varios años en los Premios PalmaJove en las categorías de Narrativa en castellano y Narrativa en catalán. El premio fue maravilloso: ilusión y alegría. ¿Acaso existe algo mejor?
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Mi relato “La calor dels peus freds” (“La calor de los pies fríos”), fue recogido en la Antologia de Joves Narradors de Mallorca, con la colaboración del Consejo de Mallorca y distribuido por el Diari de Balears. ¡Y conseguir su inclusión en él me vino caída del cielo! ¿No me crees? Haces bien. Te confesaré que, en realidad, surgió inesperadamente a raíz de mi participación años atrás en los Premios PalmaJove. Tal vez ahora puedas valorar con más amplitud mi entusiasmo anterior.
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Una vez arrancado Por el camino azul la iniciativa Parejas Orientadoras me propuso formar parte de su equipo como Reportera. ¿La retribución? Conocer y tratar a los entrevistados. Nutrirme de su expertise no sólo en la entrevista, sino también en la investigación previa. Saber que aporto textos que traen esperanza. La ilusión y el orgullo de que cuenten conmigo para llevarlo a cabo. La satisfacción de ver cómo voy mejorando. Y también, para qué negarlo, ver la acogida que han tenido… claro que, admito, algo habrán tenido que ver mis entrevistados, mis CrackPack 😉 😉
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Y a raíz del blog, de la iniciativa y del uso de las redes sociales para la difusión de mi marca personal, ha surgido la propuesta de colaboración en la Web La nueva ruta del empleo. ¿Caída del cielo esta vez? No: recompensa por un trabajo bien hecho. ¿Mejorable? Por supuesto. Esa es la buena noticia, dice mi parte creativa.
¿Qué problema tenían mis objetivos?
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Podrían entenderse como cumplidos.
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Se me han quedado “cortos”.
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Y, por último y más importante: eran poco precisos y, como tal, difíciles de ponderar.
¿Y ahora qué, me relajo y disfruto?
Si bien es cierto que podría tumbarme a la bartola, bien cómoda, a disfrutar del momento y atesorarlo como batallita, no me apetece. Y es que ahora estoy en fase «de movimiento». Esa linda fase en la que sabes qué, sabes cómo y puedes hacerlo. Es decir, el objetivo ya forma parte de mis competencias.
Conclusión
Para mí ha llegado la hora de confeccionar un objetivo nuevo: revisar los objetivos existentes, para que “no se me escape vivo” ninguno que no decida dejar latente.
Así que pondré en práctica lo que he aprendido en el último año en cuanto a construir objetivos inteligentes, que desempolven mi potencial. Que, como inteligentes, no se me queden excesivamente pequeños. Que supongan un reto alcanzable y un impulso indiscutible para mí.
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