¿Te atreves a no buscar perfección?
Buscar la perfección tiene rasgos positivos como la automejora… y otros no tanto, como el estrés o los desencuentros con los demás. Descubre qué puedes estar perdiéndote, si te va la perfección.
La perfección es un concepto controvertido. ¿Es mejor buscar el máximo posible o vivir con espontaneidad y conseguir un muy buen resultado? Hay opiniones para todos los gustos, desde luego y me encantaría contar con la tuya, más abajo.
El perfeccionismo, siempre y cuando no te olvides de que este es un mundo que tiende a ser caótico y que es imposible controlar cada aspecto de los que van surgiendo en tu vida, no es malo. Lo que sí es malo es centrarse en exceso en una serie de miedos y pensamientos negativos que pueden convertir cualquier experiencia en algo castrante y desesperante.
Parte de esos pensamientos los encuentras a continuación, con mi particular visión de qué puedes perderte si les otorgas demasiada importancia:
¿Te atreves a no buscar perfección?
- Miedo a la opinión de otros. Los demás, cada uno, tiene una opinión, lo mismo que tú. Y una opinión no debería pesar mucho más que otra, sobretodo si hablamos de tu propia vida. No obstante, es importante escuchar, atender a sus palabras… Y entre la información que extraigas de esas conversaciones y de la que dispongas tú directamente, podrás encarar situaciones más decididamente. ¡Si no te olvidas de confiar en ti!
- Miedo a equivocarte. Tomamos decisiones todo el día, incluso sin darnos cuenta: café sólo o con leche, azúcar o sacarina, galletas o tostadas…. ¡Y acabas de despertarte! Elegir entre una u otra opción puede ser mucho más importante que esto, desde luego. Confíar más en ti mism@ y en tu capacidad para salir adelante de cualquier situación, echar un vistazo atrás y ver qué sacaste en positivo de errores pasados y tirar un poco de tu sentido del humor hará que veas el hecho de equivocarte como una parte natural de la vida, con sus cosas buenas y sus cosas malas y que, por mucho que lo intentes, no puedes controlar por completo. ¡Así que acéptala como es!
- Miedo al fracaso. Fracasar es algo más que no conseguir tus objetivos. Fracasar abre un abanico de acciones y aprendizajes: analizar lo ocurrido,posibles vías de solución y cómo llevarlas a cabo te traerán mucha más experiencia y sensación de realización, en ocasiones, que le consecución de tu objetivo sin más.
- Blanquear o ennegrecer las cosas. Nada es completamente bueno o malo. Echa un buen vistazo a lo ocurrido en busca de aquello que no eres capaz ver a simple vista. Investígate. ¡Atrévete a encontrar partes de ti que no conocías, a soprenderte y sonreír con ellas!
- Exigirte demasiado. Exigirse está bien para poder dejar la zona de confort y poder ir maś allá. Sin embargo, obsesionarse con los más pequeños detalles puede convertir la maś sencilla de las tareas en un no acabar. ¡Juega a ser espontáne@ de vez en cuando, como experimento controlado! ¡Libérate de tanta cuadrícula y vive tu vida como un folio en blanco en el que todo cabe!
- Exigir demasiado a tus seres queridos. ¿Has oído aquello de que nadie es perfecto? ¡Pues eso! Exigir demasiado a los demás puede estar creándoles una presión innecesaria, falta de autoestima… ¡puedes estar dañándoles! ¿Es eso, lo que quieres? Si actúas así, los demás dejarán paulatinamente de ser espontáneos contigo y dejarán de mostrarte partes adorables…. y si insistes, pueden dejar de querer pasar su tiempo contigo… ¡No lo consientas!
Ser perfeccionista te acerca a un punto máximo anhelado, pero ¿compensa para todo lo demás? ¿Te verdad te parece una buena idea perderte estas y tantas otras cosas?
¿Te atreves a no buscar perfección? ¿Qué has descubierto, dándole al off de la perfección?
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