Los roles de la negatividad
Descubre cómo son los distintos roles de la negatividad que pueden adoptar las personas, incluso sin advertirlo.
En el post de esta semana, escribo acerca de los pensamientos negativos y cómo estos, si no son identificados y mantenidos a raya, pueden terminar por llevarnos peligrosamente hacia una especie de caricatura, temporal o distendida en el tiempo, pero sí sesgada y poco realista, de quienes somos y de cómo es nuestra existencia.
La semana pasada, compartí con vosotros un texto acerca de los pensamientos negativosy ya adelanté que, en cierto modo, estos juegan con nosotros y nuestra autoestima, llevándonos a creer que esos mensajes que surgen bajo su influencia no son sino nuestros y, por lo tanto, certeros.
En nuestra simbiosis particular con este tipo de mensajes, surge una atmósfera negativa que realimenta la situación: cuanto más nos apartamos de la positividad que crearía un equilibrio, más reales parecen esos pensamientos distorsionados y más difícil se convierte noasociar nuestra mente con ellos. No confundir lo que esas pensamientos negativos nos muestran de nosotros y nuestras circunstancias, con nosotros y nuestra vida.
Y así, sin percatarnos de ello, podemos terminar jugando a una suerte de juego de rol en el que desempeñamos papeles que no siempre somos capaces de ver en nosotros mismos. Un juego de rol en el que la misión encubierta no es otra sino la pervivencia de cuanto justifique la negatividad en nuestro día a día.
Una selección de los posibles roles de la negatividad:
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Ígor, el burro pesimista:
Ígor, el burro pesimista es un personaje tierno, que tiene excesiva facilidad para dar por hecho que sucederán cosas malas y en centrarse en todo aquello que le rodea que tenga un cariz negativo. Se pierde las cosas buenas y bellas que otros personajes de Winnie de Pooh, como Tigger, disfrutan sin más.
“Seguro que suspendo el examen”.
- El daltónico:
El rol daltónico es incapaz de ver colores que no sean oscuros. De este modo, cuanto ve no sólo es triste, tal vez doloroso, sino que, además, es sesgado.
Ante este diálogo, tan solo recordaría el texto en negrita:
–Hoy sólo me quedaré un rato… se me ha estropeado el coche cuando venía y el último bus pasa en media hora. No quisiera resfriarme ¡estoy hecho una sopa! ¿Has visto la que ha caído?
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El rey absolutista:
El rol de rey absolutista está muy pagado de sí mismo y su filosofía es extrema. Parece dispuesto a mandar sobre ti, proyectando imágenes distorsionadas de la realidad, excesivamente negativos con nuestras circunstancias o excesivamente positivos con respecto a las de los demás.
“Nada de lo que haces está bien”. “Si ella no te quiere, nadie lo hará”.
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Gulliver en el país de los gigantes
Gulliver, cuando se encuentra en el país de los gigantes, no sólo se siente más pequeño que ellos en tamaño, también en filosofía, en corazón.
Adoptando este rol, cuanto te rodea te parece más grande que tú, incluso los problemas, puede hacerte sentir una innecesaria impotencia, una irreal incapacidad, además.
“No podrás conseguirlo, es demasiado difícil para ti”.
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el mentalista paranoico:
El mentalista paranoico echará un vistazo en derredor y llegará a la conclusión de que los pensamientos de los demás, que siente que puede leer con facilidad, encierran actos de envidia, maldad, desprecio… jamás encontrará vestigios de respeto o bienestar.
“Mírale, si basta verle para saber que piensa: cree que soy estúpido y que no merezco el ascenso”.
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Charlie Brown:
Charlie Brownpuede ser visto como un personaje que no tiene afición a ver sus propias capacidades como dignas de tener en cuenta y ser utilizadas. Si bien Charlie siempre piensa en mejoras, suyas y del mundo en sí, tiene, me temo, un autoestima un tanto floja ¿verdad?
“Más vale que ni lo intente, no soy lo suficiente…”
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Quien cree en Birlibirloque
En este rol, no se está por la labor de valorarse en la justa medida, tanto es así que es habitual llegar a la conclusión de que los resultados positivos son bien fruto de la casualidad o fruto del «arte de Birlibirloque”.
“Lo he conseguido por pura chiripa, porque tenía que pasar. Estas cosas nunca me salen”.
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el profeta:
Este rol te hará creer que tiene unas capacidades casi bíblicas para adivinar un futuro que tan sólo puede ser tremendista o catastrofista. El futuro que se adivina, además, es inexpugnable e inexcrutable.
“El jefe me ha llamado a su despacho. Seguro que me echará. No podré pagar la hipoteca y tendré que vivir en la calle”.
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“Siempritis” y “Nunquitis”
Siempritis y Nunquitis serían como los Pepito Grillo de la negatividad. Siempre dispuestos a recordar aquello que hayas podido hacer mal en toda tu historia, elevándolo a dogma indiscutible.
Siempritis, magnificará tus actos realizados. Nunquitis, los que se pierden por el camino.
“Siempre te pasa lo mismo: nunca llegas a tiempo”.
Estos roles, como cualquier otro, podrían desarrollarse de forma entremezclada.
En un próximo post, hablaremos, si quieres, acerca de cómo puedes detectar que te estás viendo afectado por pensamientos negativos.
¿Qué opinas acerca de los roles de la negatividad?
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